El equipo de Battaglia jugará el partido de vuelta ante Corinthians, tras el 0-0 en la ida.
Boca Juniors recibirá este martes a Corinthians, de Brasil, en busca de la clasificación a los cuartos de final de la Copa Libertadores de América, el máximo objetivo del año.
Luego del empate sin goles de la ida en San Pablo, la revancha se disputará desde las 21.30 en La Bombonera, con arbitraje del uruguayo Andrés Matonte y transmisión de Fox Sports. Los uruguayos Leodán González y Gustavo Tejera estarán a cargo del VAR.
En caso de cualquier igualdad, la serie se definirá con tiros desde el punto penal ya que a partir de esta edición ya no se considera el gol de visitante como factor de desempate.
El ganador se cruzará con Flamengo de Brasil, que está próximo a contratar al chileno Arturo Vidal, o Deportes Tolima de Colombia.
Boca obtuvo un valioso empate en el primer partido con una destacada actuación de Agustín Rossi, quien atajó un penal, y un buen desempeño del equipo en general que tuvo oportunidades de marcar e incluso generó la cuestionada jugada de la mano de Bruno Méndez que tanto el árbitro chileno Roberto Tobar como el VAR desestimaron.
El director técnico Sebastián Battaglia, en su primera experiencia como DT en la Copa Libertadores, recuperará al lateral izquierdo Frank Fabra, quien cumplió la fecha de suspensión y reemplazará a Agustín Sández en la que será la única variante.
La clasificación a los cuartos de final es el objetivo principal de Boca y la obtención de la séptima estrella la obsesión de los hinchas.
El rival no es uno más ya que tiene el condimento especial de haber sido el verdugo del “Xeneize” en su última final de Copa Libertadores en 2012.
En aquella oportunidad, Juan Román Riquelme fue protagonista como jugador al decidir su salida del club antes de la segunda final disputada en el viejo estadio Pacaembú.
Exactamente diez años después (el anuncio de Riquelme fue ya en la madrugada del 5 de julio), el ídolo “Xeneize” atraviesa como dirigente su tercer intento para llegar a la final única, que este año se jugará en Guayaquil, Ecuador.
Desde su asunción como vicepresidente y responsable del Consejo de Fútbol, Boca eliminó a Inter de Brasil y Racing Club en la edición 2020, de la que fue eliminado en semifinales ante Santos.
En la pasada edición, el equipo que dirigía Miguel Ángel Russo se despidió en octavos de final luego de la polémica serie contra Atlético Mineiro.
El VAR tuvo insólitas intervenciones tanto en la ida en La Bombonera como en la vuelta en Belo Horizonte para anular los goles de Diego González y Marcelo Weigandt, respectivamente.
“Ganamos los dos partidos”, fue la postura que adoptó Riquelme tiempo después de la escandalosa eliminación que terminó en gresca, seis futbolistas suspendidos y con Raúl Cascini y Marcelo Delgado sin poder ingresar a los estadios por dos años.
En la presente campaña, el equipo de Battaglia, quien en abril estuvo a punto de dejar el cargo, fue el peor de los primeros y en el sorteo tuvo el infortunio de volver a enfrentarse con su escolta.
El “Xeneize” debe tomar como referencia el segundo partido del grupo disputado el 14 de mayo en La Bombonera donde fue ampliamente superior, tuvo buenas ocasiones para ganar pero terminó lamentando el empate 1-1.
Lo positivo es que Boca, con relación a ese encuentro, recuperó a los suspendidos Marcos Rojo, de gran nivel en el primer partido pese al controvertido penal cometido, y al delantero Sebastián Villa, clave en la obtención de la Copa de la Liga cinco días después.
El “Timao”, por su lado, sigue con los problemas para armar su equipo ideal por la amplia lista de lesionados.
Con respecto a la ida, el portugués Vitor Pereira no podrá contar con el lateral derecho Fagner por una lesión muscular y está en duda el delantero Willian por el golpe que sufrió en el hombro derecho.
A esto se suma que el central Joao Victor, de 23 años, tiene muy avanzada su transferencia a Benfica, de Portugal, por más de diez millones de euros.
El entrenador europeo incluirá en la lista de viajeros a los mediocampistas Renato Augusto y Du Queiroz (ausentes en la ida) pero corren con menos chances de jugar desde el inicio.